San pedro Nolasco y la Virgen de la Merced.

SE ACERCAN LA FIESTA EN HONOR A NUESTRA SEÑORA LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LAS MERCEDES

Ya hace más de un año que nuestra PATRONA se encuentra en su nueva casa. Ha sido un año lleno de alegría y recuerdos que nos ha hecho tenerla y quererla más si cabe, por la comodidad y belleza de su entorno, lo digo como lo siento, pienso que ha vosotros en general os pasara lo mismo.
Una vez hecha esta pequeña introducción quiero adentrarme un poco en la historia de nuestra Patrona y de donde viene su advocación. Arranca en tiempos duros siglos XII y XIII.

San Pedro Nolasco 

Es una pena que a veces las vidas de los santos los pintan como "que ya nacieron santos". No es cierto. Los santos eran flacos y débiles como nosotros. Se hicieron santos porque supieron colaborar con la gracia que le cielo les regaló.
Del nacimiento, niñez y juventud del protagonista de esta historia sabemos muy poco. Ni siquiera con exactitud la fecha ni el pueblo donde nació.
Para algunos es oriundo de un pueblecito cerca de Barcelona -que parece lo más probable-. Otros dicen que nació en un pueblecito del sur de Francia, cerca de España.
Parece nació por el 1180. Sus padres eran sencillos cristianos. Pero muy pronto los perdió y alguien se encargo de su educación.
Dos virtudes se vislumbraban en su alma desde niño: la caridad y la humildad.
Gozaba de entregar a los pobres cuanto tenia y a veces hasta su propia ropa y comida.
Por otra parte era alegre, vivaracho y tenía muchos amigos.
Consta que en los albores del siglo XIII se encuentra en Barcelona dedicado al comercio con jóvenes de su edad.
Que era de espíritu abierto y entendía mucho de negocios, no hay duda, como lo demostrará su vida posterior.

Dios lo quiere para sí. 

De sus andanzas por Barcelona sabemos poco. Parece que surca el mar Mediterráneo llevando y trayendo mercancías.
En sus correrías comerciales ve mucha miseria y muchas injusticias. Pronto aquel gran corazón queda cautivado por los dolores de los hombres, mujeres, jóvenes y niños con que se encuentra y piensa:
"¿Qué podría hacer para mitigar tanto dolor y para acabar con tanta injusticia?"
Sobre todo le dolía ver a tantos que habían apostatado de la fe cristiana y se habían pasado a la religión de Mahoma.
También laceraba su grande y sensible corazón aquellos cristianos cautivos que habían caído en las en las garras de los árabes sufriendo tan malos tratos y con peligros de perder la fe...
Todo esto se lo hacía ir viendo el Señor para que fuera madurando su corazón...
Es una gran verdad que le Señor "llama" a quien quiere y cuando quiere.
Así lo hizo en el antiguo y en el nuevo testamento con los Profetas y Apóstoles y en los dos mil años que cuenta la historia de la iglesia con todos los hombres y mujeres que ha llamado a una vida de mayor generosidad y entrega.
Así iba "llamando", poco a poco, al joven Pedro Nolasco para la gran empresa que le tenía preparada.
La naturaleza no hace "saltos". Normalmente Dios tampoco.

La Virgen de la Merced.

Pedro Nolasco amaba mucho a la Santísima Virgen. Por ello fue ella, la Madre de Misericordia, quien vino en ayuda para sacar de sus apuros y dar a luz los propósitos de Pedro.

La madrugada del dos de agosto de 1218 se le apareció la Santísima Virgen rodeada de ángeles y Santos y le dijo:
"Es voluntad de mi Santísimo Hijo y Mía fundes en el mundo una Orden que en mi honor deberá llamarse ORDEN DE LA VIRGEN MARIA DE LA MERCED DE LA REDENCION DE LOS CAUTIVOS.
El habito será blanco en honor a mi pureza, en el pecho llevará una cruz roja en recuerdo de mi hijo y el escudo del rey al que sirves."
Era Ella, la Santísima. Virgen de la Misericordia, que desde ahora se llamará la Virgen de la Merced y por influencia de la América española "La Virgen de las Mercedes" quien vino a remediar tanto mal.


San Pedro Nolasco.