Carta del mes de enero de 2013


Queridas hermas y hermanos y amigos todos que nos seguís en internet, una vez más me pongo en contacto con vosotros después de empezar un año nuevo 2013    –como dice el refrán año nuevo vida nueva-  es muy lógico que el ser humano tienda a renovarse cada día para ser mejor, esto nos hace ver la vida con ilusión, aunque seamos consientes de  nuestras limitaciones y defectos que son muchos.  Espero que los reyes magos hayan sido generosos con vosotros, por aquí no se han portado mal, como a beis  podido comprobar por el video hemos inaugurado la iglesia provisional que ha sido todo un reto de colaboración y participación activa para adecentarla lo mejor posible lo que era una nave de cebollas y cochera hasta hace unas semanas, convertirla en una casa de oración y recogimiento como el Señor y La Santísima Virgen se merecen.   Quiero dar las gracias a todas los colaboradoras y colaboradores, que han sido muchos por su participación para adecentar la nave, unos repellando la fachada otros pintando interiormente poniendo el techo en un tiempo record y como no, la cantidad de iniciativas e ideas para hacer un altar sencillo con materiales rústicos y de bajo coste en su mayoría donados. Pienso sinceramente que según el cariño e ilusión con que se hacen las cosas llevan  en su conjunto,  una armonía que nos hace sentirnos cómodos cuando entramos en nuestra nueva iglesia e invita a la oración.
El pueblo de Brácana con todas sus  limitaciones por ser pequeño, es a su vez un pueblo maduro y sabe reaccionar bien ante las dificultades, en general vamos todos a una y no quejándose –con el dicho popular nos tienen que hacer,-  los cristianos debemos tener claro que si queremos   tener nuestros servicios cubiertos, tenemos que movernos sin ruido ni voces, que no conducen a nada, primero como creyentes con la oración que es la mejor arma y está al alcance de todos y   segundo con la ideas claras LO QUE HAY QUE HACER SE HACE, SIN VACILAR.
Tenemos la gran suerte de tener un párroco muy trabajador tanto en su labor pastoral como en los temas que venimos comentando, el sin darse cuenta nos hace andar a todos y nos motiva. Me viene a la memoria  una anécdota que nos contaba D. Miguel González cuando hacíamos la iglesia que se nos cayó, cuando bajaba la colaboración en las obras nos recordaba que se estaba dejando parte de su vida y también la moto que era el medio de transporte habitual en esa época; pues una cosa parecida le comentaba ayer a D. Juan Carlos que estaba haciendo por nosotros por la cantidad de viajes y desvelos que lleva entre manos en estos días.
Puedo adelantar que están en marcha de un día para otro el estudio geotécnico del terreno y proyecto del arquitecto al final de la carta vamos a poner unas fotos de la colaboración de algunos, no todos han sido fotografiados hay más gente.
Sin otro particular me despido de vosotros con un abrazo  
 


                                                                               Luis Rodríguez Gutiérrez  Hermano Mayor