Carta del mes de Octubre

Estimadas hermanas  /nos y amigos que nos seguís a través de nuestra página de internet, la carta de este mes la voy a dedicar en  memoria de nuestro antiguo párroco recientemente fallecido  D. Miguel  González, en recuerdo de su  labor pastoral que realizó a su paso por Brácana en momentos muy  delicados.

      Carta dedicada a D. Miguel González Álvarez del Manzano


El pasado día 24 de Septiembre subió al Cielo, nuestro queridísimo D. Miguel como le llamábamos cuando fue nuestro párroco de Brácana y de Tocón por los años 60. Llegó en unos momentos muy especiales y un tanto difíciles sobretodo en Brácana, debido a unas circunstancias que no voy a entrar en detalles, porque los del lugar las conocemos y sería una pérdida de tiempo volver a remover todo lo de negativo que tuvo en su día.

En estos momentos  me vienen a la memoria una cantidad de recuerdos de esa época, que me cuesta poner orden,  solo quiero dar unas pinceladas, de su labor desarrollada en Brácana.

Era un hombre de carácter recio y en apariencia duro, claro y constante en sus objetivos, no era efusivo  a la hora de demostrar su cariño hacia los demás,  pero no tenía nada suyo, siempre se adelantaba a los acontecimientos estaba pendiente de todos, su gran preocupación eran las almas que estuvieran cerca de Dios.   Para ello organizaba charlas coloquios, meditaciones para llegar a todos, con un plan de formación que nadie se encontrara excluido.  La formación era la gran baza que él tenía, invitando a santificar el trabajo cara a Dios, para dignificarlo.  Nos  hablaba a la gente del campo que en esa época no éramos unos privilegiados por su dureza y abandono.  Yo en esos días era muy joven, y tengo que reconocer la gran liberación que supuso saber que lo importante de un trabajo profesional es el amor que pongamos al realizarlo y no de su categoría. 

Tuve la suerte de visitarlo junto con mi mujer,  hará unos dos meses en su residencia, y estaba muy delicado de salud, nos  decía que se estaba quedando ciego y sordo,  pero en seguida me conoció y me preguntó  por sus nombres, de conocidos de esa época  de Brácana y Tocón,   enseguida  paso en su afán de almas a preguntarme si  estábamos bien atendidos  espiritualmente,  le dije que sí,  como es lógico, con la salvedad  de que ahora son tres pueblos  al estar incluido  la parroquia de Alomartes.   Me estuvo recordando de sus correrías con su moto para atendernos  y de lo mal que estaban las carretas entonces. Salió el tema de la Iglesia que tuvo que hacer  y la pena que se hubiera caído, le di unas razones técnicas a mi manera para tranquilizarlo y decirle que no era culpa suya,  ni de que se hiciera mal,  simple mente que el terreno era muy arcilloso y no se puso remedio con antelación para corregirlo.

Con D.  Miguel aprendimos  a santificar  el trabajo y convertirlo en oración, nos formó  a vivir las virtudes humanas  de entrega,  generosidad,  laboriosidad,   dándonos a los demás  creándonos una conciencia social que dura hasta nuestros días,  todos los que tuvimos la suerte de vivir y ser feligreses suyos en ese tiempo  te damos las gracias por el bien que recibimos  en nuestras almas y por el desvelo constante que tuvo hacia cada uno de nosotros.   Ahora desde el Cielo sigue cuidando de nosotros y que la Virgen  de las Mercedes  nuestra patrona  que se dignó recibirte en su ceno el mismo día de su fiesta grande  te tendrá a su lado para siempre    D. E. P.    

                          Luis Rodríguez Gutiérrez              Hermano Mayor

                                       El hermano Mayor: Luis Rodríguez Gutiérrez